Visitas

Una noche antes de que me derrotara el sueño tuve una visita. Era la muerte, quería jugar conmigo y se reía de mí.

Entre un sonido de cascabeles que se colaba por los poros de la pared hasta evaporarse en la oscuridad, se sentó en un rincón a tomar un café y balbuceaba cosas. Al principio no la escuchaba por temor, pero de forma creciente en el tiempo ese temor fue menguando y comencé a prestar más atención a sus palabras hasta comprender lo que decía.

-Eres como una ficha en mi caja de entretenimiento. Río, lloro, bromeo y me burlo de ti. Te pido perdón, es la única forma que tengo para divertirme.

El silencio cantaba su serenata, yo sólo miraba más atento y la veía pasearse de aquí para allá. Noté como ella se volvía más inquieta y murmuraba:
-Está por caer la mañana y al despertar terminará el juego.
La luz matinal en mi rostro me despierta bruscamente desparramando todo.
Comprendí que había sido solo un sueño. Pero…
¿Adónde desperté?
¿Acaso en la vida,
La muerte,
O en un simple sueño?

Fabián Laguna.

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