Historia de los adoquines.

Capítulo uno

Lunedí

En una calle bastante asimétrica en comparación a otras calles del mismo lugar, se juntaron varios adoquines para establecer por primera vez en la historia de la humanidad un gremio de adoquines. La intención era clara: o se organizaban y ejercían presión, o los sacarían uno por uno hasta desaparecer, incluso como palabra y ni siquiera el más insulso de los diccionarios los tendría. La reunión se realizaría un lunes a la medianoche en esta callecita de solo 50 metros ubicada en las cercanías de un puerto de aquel sitio. Esto, obviamente no fue sin razón alguna, es lógico pensar que un lunes a esas horas es casi inexistente la presencia de cualquier ser, especialmente los más numerosos, culpables de tal proceder. Bueno, la reunión se hizo, pero vaya paradoja, porque en la reunión se modificó toda la ideología adoquinezca que motivó la creación del gremio, para dar paso a la ideología del "dejar que el destino nos guíe", o hasta alguna más radical como la de "permanecer inmóvil pero con conciencia de ello". El gremio se conformó, la lucha se pasó a otro plano, y los adoquines más jóvenes comprendieron que sus vidas podían ser muy diferentes a la de sus ancestros, sobre todo si ni ellos mismos podían definir si son asexuados o no.



F. Emma T.

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