Lo único perfecto son los defectos.
El empeño por construir peñas lisas
contorneadas de retazos directos
termina en trazos escritos con tiza.
Lo triste es el no tratar de trepar
por la fisura que la usura le hace
al templo que vierte en el agua mar
y vuelve pasto a la vaca que pace.
No es loable lamer botas culturales
ni esperar con esperanza esperada
pero al fin nos fingimos orinales
con el fin de agregarle a la ensalada
las ruinas de la vaca degollada
porque el bien perfecto está hecho de males.
El empeño por construir peñas lisas
contorneadas de retazos directos
termina en trazos escritos con tiza.
Lo triste es el no tratar de trepar
por la fisura que la usura le hace
al templo que vierte en el agua mar
y vuelve pasto a la vaca que pace.
No es loable lamer botas culturales
ni esperar con esperanza esperada
pero al fin nos fingimos orinales
con el fin de agregarle a la ensalada
las ruinas de la vaca degollada
porque el bien perfecto está hecho de males.
Fernández de Palleja (1978)
2 comentarios:
La noche es un yunque que nos golpea como un llanto del ojo que no te huele
Fernández de Palleja,
quien piensa que en los comentarios debieran instalarse poemas.
Ok, va un poema entonces...
ejemmm...
El zapatito me aprieta...
(no, mejor, no...)
Ejemmm...
bueno, otro día...
So sorry...
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